Por fin un Resident Evil distinto que promete satisfacer incluso a los detractores de la serie.
Para empezar el nuevo Resident Evil carecerá de zombis, el enemigo más estúpido y menos aterrador en la historia de los videojuegos, y hasta ahora la carne de cañón de la serie. En su lugar habrá una colección de monstruos deformes, de los que hasta ahora se pudieron ver una especie de ogros y un cocodrilo mutante, y un ejército de pueblerinos enojados al mejor estilo Springfield.
El cambio es algo más que cosmético. Es sabido que los zombis comen cerebros simplemente por falta de uno, y de un paladar refinado, lo que justificaba tranquilamente su estúpido accionar en los videojuegos. Los pueblerinos saben como organizarse a la hora de cazar a alguien con tridentes, piquetes y motosierras. En este caso la presa será Leon S. Kennedy, ex-miembro sobreviviente de la policía de Raccoon City.
Organizarse no significa sólo que atacarán en grupos, sino que sabrán alertar a otros cuando sus números no le den la confianza para comerse crudo al señoriíto Kennedy. Si bien son capaces de hablar, los campesinos utilizaran el chiflido universal para alertar a sus compañeros de la presencia de Leon, haciendo del silbido un sonido mucho más espeluznante de lo que es hoy en día.
En la historia, parece que la coorporación Umbrella, diseñadora del infame virus-T que transformaba a la gente en zombie en los juegos anteriores, fue destruida por el gobierno luego
del desastre de Raccoon, y a seis años del incidente Leon –el protagonista- se ha convertido en un agente federal. Su nueva misión es proteger a la hija del presidente, misión que comenzará en esta cuarta parte de la serie.
Resident Evil 4 comenzará con la hija del presidente siendo raptada, y Leon tendrá que ir a rescatarla al mejor estilo Bad Dudes vs. Dragon Ninja, sólo que en lugar de enfrentarse con un montón de japoneses en pijama su pelea se dará contra campesinos y bestias deformes en un recóndito pueblo europeo al que lo lleva su investigación.
Exactamente porque los aldeanos quieren quemarlo y cortarlo a pedazos todavía es un misterio. Probablemente sus razones sean bastante más macabras.
El segundo cambio notable vendrá de parte de la cámara, y siguiendo este cambio un nuevo esquema de control. El obsoleto sistema de cámaras fijas que hacía en nuestra opinión injugable a todos los Resident Evil será reemplazado por fin por una cámara tras la espalda de Leon, y un control parecido al de la mayoría de los juegos de acción en tercera persona de
hoy en día. No es casualidad: la acción parece ser mucho más protagonista en este nuevo RE, lo que no quita que todavía pueda ser aterrador como demostró The Suffering.
Pero una cámara en la espalda no es siempre la mejor opción a la hora de volar en pedazos a una revoltosa familia campesina, o a una simple bestia mutante, sobre todo si el juego permite dañar áreas específicas como lo hará Resident Evil 4. En estas ocasiones la cámara en el juego colocará a Leon en la diagonal izquierda, sacándolo del medio y permitiendo apuntar como en cualquier juego en primera persona para poder desenganchar cabezas, brazos o piernas de sus respectivos torsos a gusto. RE4 no será nada tímido a la hora de explotar miembros.